Almacén logístico ¿qué es y cómo se gestiona?

28 Agosto 2020 - Blog


El peso de los almacenes logísticos cada vez es mayor. Estos edificios cumplen un rol fundamental en una sociedad que cada vez realiza más envíos. Esta importancia adicional se ha desarrollado por el crecimiento de los negocios en línea, los cuales pueden realizar envíos a todas partes. Si quieres conocerlos a fondo, desde PalletCat te contamos todo sobre ellos.

¿Qué es un almacén logístico?

Los almacenes logísticos garantizan un flujo constante de información y mercancías en una cadena de suministro. Dentro de esta cadena, los almacenes se ubican entre la producción y la distribución, lo que los convierte en intermediarios entre ambos procesos. Estos almacenes reciben, guardan y mueven diversas mercancías a otros establecimientos o hacia los puntos donde serán comercializadas o consumidas.

Además, los almacenes de logística también generan un importante flujo de datos, el cual podemos analizar para optimizar los procesos de la cadena de suministros y del propio almacén. Los servicios que presta deben llevarse a cabo de manera continua. Esto se debe a que pueden estar realizando el abastecimiento de materiales a una fábrica. Y también garantizarán los medios de producción necesarios.

Como ves, su importancia no es algo que pueda desdeñarse. Por esta razón, deben contar con una buena administración y gestión. De lo contrario, es más que probable que la cadena de suministro acabe por fallar, lo que puede traer unas consecuencias desastrosas.




¿Cómo se gestionan los almacenes logísticos?


La gestión de almacenes se centra en organizar y controlar los procesos que ocurren dentro de las instalaciones. Y la optimización constante es uno de los objetos que se persigue en PalletCat. El primer paso de la gestión quizás el más importante es la organización del espacio del almacén. La clave reside en aprovecharlo de la forma más eficiente posible para guardar todo el inventario.

Sin embargo, debe existe un equilibrio entre el espacio habilitado para la mercancía y los corredores para que el personal se mueva con comodidad y seguridad. ¿Cuál es la complicación en este paso? El espacio disponible es limitado, por lo que hay que planificar las diferentes áreas de trabajo, almacenamiento y recepción.

Otro aspecto fundamental para la gestión de un almacén logístico es saber dónde está cada producto. Como te imaginarás, memorizar o apuntar a mano la localización de cada mercancía no es muy práctico hoy en día, por lo que hay que disponer de una zona de etiquetado y de un sistema por ordenador que guarde y sistematice toda la información. Así, cualquier operario podrá localizar un objeto y acceder a él en muy poco tempo.

Para lograr una ubicación exacta podemos recurrir a diferentes sistemas de etiquetado y distribución. La lógica y el sentido común suelen ser su base. Para que te hagas una idea, se recomienda colocar las mercancías más demandadas cerca del área de embalaje. De esta manera, se localizan rápidamente, se preparan y se envían en muy poco tempo.

La recepción es otro de los factores que debemos tener en cuenta. Hay que recibir las nuevas mercancías, desembalarlas y almacenarlas rápidamente. Para esto hay que poder guardar temporalmente determinado stock, registrar cada entrada que llegue y contar con los trabajadores necesarios para aligerar el procedimiento.

El proceso de embalaje también forma parte de la gestión de almacenes. Consiste en colocar los artículos en sus cajas o en nuestro caso, organizarlos por palets, y hay que hacerlo en el menor tempo posible. Hay que tener en cuenta el peso, el tamaño, el material del embalaje o la fragilidad del producto para garantizar el éxito de este proceso. Si se hace bien, en poco tempo tendrás listo el paquete para su envío.

Una vez concluidos estos procesos, llega el momento de realizar el envío. Puedes considerar esta gestión como la misma, pero aún quedaría analizar y medir el rendimiento del propio almacén. Volviendo a los envíos, este es un proceso relativamente sencillo. Se siguen diferentes pasos, como es el de pesar el paquete, imprimir su etiqueta de envío, marcar que se ha enviado y avisar al cliente.

Por último, hay que revisar el rendimiento del almacén. Este es un paso que nos permite obtener información precisa de los problemas que puedan darse y de las necesidades de mejora de los procesos. Hay que contar ion unos KPIs (Key Performance Indicator) realistas que ayuden a ver el estado del almacén.

La velocidad de entrega y la exactitud son de gran ayuda. Por un lado, sabes cuanto tempo transcurre entre la recepción de un producto y su envío y, por otro lado, conocerás la cantidad de errores que se han dado en el envío. Así, podrás establecer mejoras significativas.

Ahora que ya sabes qué es un almacén logístico y como se gestiona, te animamos a contactar con PalletCat y contar en nosotros la logística de tu empresa. La eficacia es clave para lograr el mejor rendimiento posible y este es nuestro objetivo. De esta forma, esperamos que la satisfacción de los clientes esté garantizada, una buena muestra de que el almacén está funcionando bien.


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